Mediante la incorporación de laboratorios de control de calidad las compañías fabricantes de este sector pueden certificar que su productos son aptos para el consumo y libres de la presencia de elementos contaminantes como pesticidas, bacterias, toxinas, histaminas, mercurio  o metales pesados que al ser ingeridos afectarán negativamente la salud del consumidor. Es por ello que los consumidores en estos tiempos son más consciente de la relación que existe entre alimentación y salud.

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Igualmente es de vital importancia que los alimentos ofrecidos por éstas empresas contengan los valores nutritivos y así poder cumplir con los valores  mínimos exigidos por el ente regulador del  país. Se debe indicar en forma precisa los valores  de proteína de cada alimento, contenido de fibra, contenido de azúcar, almidón, calcio, sodio, magnesio, grasa o lípidos, aminoácidos, vitaminas, entre otros.

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